A fin de recabar ideas de la sociedad civil, la NASA ha creado el concurso 3D-Printed Habitat Challenge (algo así como «Reto del hábitat impreso en 3D»).
El concurso fue creado en 2015, como una competición en honor a los hermanos Wright y dirigida a “inventores independientes, incluidas pequeñas empresas, grupos de estudiantes e individuos”, no solo a científicos, ingenieros o empresas privadas.
Estas casas están diseñadas para vivir en el planeta Marte, con una leve atmósfera, su clima es más «suave»: entre los 20 grados en el ecuador en el verano marciano y los -140 grados en las noches de invierno en los polos.
Sin olvidar los intensos vientos que forman espectaculares y peligrosos tornados diarios.
Y, a pesar de todas estas inclemencias, el hombre se ha propuesto volver a la Luna a partir de 2020 y saltar desde allí al planeta rojo en la década siguiente.
Para que surjan sinergias entre los participantes, la prueba está dividida en tres fases, en las que cualquier entidad o persona puede participar solo o acompañado por otros competidores, uniendo ideas o exponiendo las diferencias.
El top tres
En esta última fase se han elegido tres proyectos de entre los once presentados, que se repartirán un total de 100.000 dólares (unos 89.300 euros).
De momento, en primera posición, y con varias etapas quedando campeón, está el trabajo conjunto de los grupos SEArch + y Apis Cor, con sede en Nueva York.

Su cápsula marciana es una estructura retorcida en la que sus moradores trabajan en laboratorios subterráneos y tocan la guitarra en la escalera en espiral que recorre toda la torre, según su video de presentación.
La luz entraría a través de una especie de ojos de buey repartidos en los laterales.
Sus creadores afirman que la construcción es tan versátil que puede ser reforzada sin problemas a pesar del mal tiempo marciano.
En segunda posición se encuentra el proyecto de Zoperhous, que propone llevar hasta el planeta rojo una enorme impresora 3D autónoma inspirada en la fisionomía de las arañas.
Ésta crearía una estructura que recuerda a tiendas de campaña beduinas, que se completaría con partes prefabricadas envidadas desde la Tierra (como las puertas exteriores).

Cuando termine, el equipo puede trasladarse a otro lugar para construir una nueva estación lunar o marciana.
En tercer lugar, el equipo Mars Incubator, un grupo formado por ingenieros y artistas, ha mostrado un diseño modular que parece varias pelotas de fútbol, cada una con una función distinta: desde cocina y baño hasta una habitación con plantas en crecimiento y grandes ventanales.
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Isabel Cisneros